Afilar las uñas en los rascadores, una ardua tarea

Afilar las uñas en los rascadores, una ardua tarea

Una pregunta muy habitual entre las personas que van a introducir en sus vidas un felino por primera vez es cómo evitar que los gatos afilen sus uñas en los muebles, paredes o cortinas de la casa.

Lamentablemente no hay una respuesta que garantice la seguridad de las pertenencias de los dueños de felinos, pues son muchas y muy variadas las razones por las que los gatos escogen tal o cual lugar para afilar sus uñas. Una recomendación es cortar periódicamente las uñas de nuestros gatos.

Vista de las uñas de un gato dormido

El acto de afilarse las uñas tiene un triple motivo. Por un lado, mantienen las uñas a punto para la caza evitando que crezcan desmesuradamente, por otro les produce un efecto relajante al estirar y encoger las uñas retráctiles, y por último les sirve para marcar su territorio e indicar a otros gatos que viven allí.

Utilizar más de un rascador

Por este motivo, querer evitar que un gato se afile las uñas es como querer evitar que el agua caiga hacia abajo: una tarea imposible. Lo que sí podemos conseguir es que nuestro gato se habitúe a utilizar ciertos elementos como lugares aceptables para afilar las uñas.

La función de los rascadores es preservar lo máximo posible nuestros enseres, a la vez que le proporcionan a nuestros felinos una superficie perfecta para que puedan afilarse las uñas. En las tiendas para animales podremos encontrar multitud de modelos de rascadores.

De tienda o caseros

Los rascadores que se adquieren en las tiendas suelen estar hechos con cuerda de sisal, bien enroscada a un tubo vertical, bien trenzada tipo alfombra. Esos son los modelos más simples, pero a partir de ahí, podemos encontrar una gran combinación de elementos como cuevas, hamacas, baldas, etc, formando conjuntos más o menos complicados que harán las delicias de nuestros curiosos felinos.

Aparte de los rascadores que se venden en las tiendas para animales, también podemos utilizar otros elementos bien distintos más baratos como los felpudos de cuerda o los rascadores de cartón. Estos últimos son muy apreciados por los gatos, pues sienten una fijación por el cartón y les encanta arañarlo. También podemos construirlos nosotros mismos con sisal, una tabla y un tubo de pvc.

Ubicación y adecuación a la edad

También es muy importante la disposición de los rascadores en la casa. Deben de estar colocados en lugares de fácil acceso y donde se sientan a gusto. Si detectamos que empiezan a afilarse las uñas en algún otro lado de la casa, deberemos colocar uno de los rascadores allí para cambiar el foco de atención.

Otra cosa a tener en cuenta a la hora de escoger nuestros rascadores, es adecuarlos a la edad y capacidades de nuestros gatos. Los gatitos pequeños tendrán una agilidad tremenda y podrán utilizar sin problemas cualquier tipo de rascador que les pongamos, mientras que un gato abuelo le será más cómodo utilizar rascadores horizontales para no tener que cargar el peso en las articulaciones traseras.