El petauro, un pequeño marsupial a descubrir

El petauro, un pequeño marsupial a descubrir

Otro de los animales exóticos que podemos ver cada vez más en nuestros hogares es el diminuto petauro del azúcar. Este pequeño marsupial se parece mucho a las ardillas voladoras, por su agilidad, curiosidad y forma. Apenas llega a los 18 centímetros y su cola es más larga que su cuerpo. Es divertido y cariñoso, en cuanto te coja confianza podrás jugar con él.

Con sus grandes ojos y orejas, los petauros son unos animalillos muy graciosos que no nos dejarán indiferentes. Son animales nocturnos, por lo que durante el día dormirán mucho y no podremos ver sus actividades hasta que no sea de noche, alrededor de las 22h. Será entonces cuando tendremos la ocasión de jugar y crear fuertes lazos con ellos.

Petauro del azúcar

Los marsupiales dan a luz a crías poco desarrolladas que terminan su gestación dentro de la bolsa que tiene la madre. Ahí se alimentarán de la leche materna y terminarán de desarrollarse. Sólo entonces saldrán a la luz y podrás verlos.

Descubriendo su nuevo hogar

Cuando lleguen a su nuevo hogar tienes que tener todo preparado para ellos, pues llegarán estresados y necesitarán esconderse y descansar. Seguramente hasta uno o dos días no los verás, pues esperarán a que no haya ningún ruido para ir explorando su nuevo hábitat. Procura no hacer mucho ruido hasta ese momento para que se confíen lo antes posible.

Al ser animales trepadores, la jaula dispondremos para los petauros deberá ser alta y amplia, porque en su interior tendrá que caber elementos que les permitan trepar, saltar de un lado a otro, guarecerse en las alturas y hacer ejercicio. Para ello podemos, por ejemplo, disponer cuerdas de un lado a otro de la jaula o desde el suelo al techo.

Pequeños inconvenientes

Los petauros tienen un olor muy fuerte, sobre todo los machos en la época de celo, que se puede paliar con una buena limpieza diaria de su jaula. Para poder trepar y agarrarse bien a las ramas tienen unas garritas diminutas pero muy fuertes con las que te arañarán sin querer mientras jugáis. Ten paciencia y aprende a evitar que suceda.

Su alimentación es muy variada, pues son omnívoros. Lo principal será la fruta fresca mezclada con verduras. Las proteínas vendrán dada por huevos cocidos y pequeños insectos como grillos, gusanos de harina o saltamontes. Lo mejor es comprarlos en las tiendas especializadas para evitar que puedan tener algún parásito o contaminados con productos de fumigación. Les encantan los frutos secos como las nueces y las pipas de girasol, pero no toleran la lactosa, el azúcar ni alimentos grasos.