Héroes peludos

Héroes peludos

No solo los humanos pueden ser héroes, también pueden serlo los animales. Ellos también son capaces de acciones que salvan vidas, como es el caso de los perros de rescate. El último héroe peludo se llamada Dayko.

Dayko pertenecía al cuerpo de bomberos de Ecuador y tenía tras de sí una larga experiencia actuando en desastres. Su olfato era tan bueno que era considerado uno de los mejores canes y por eso se le llevó a la zona cero tras el reciente terremoto. Allí logró salvar a siete personas antes de morir de un infarto de puro agotamiento.

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Su historia da la vuelta al mundo

Todo el mundo se ha conmocionado con la historia de este can que ya tenía en su haber títulos de formación muy exigentes. Los bomberos del cuerpo afirman que era un perro muy cariñoso y destacan la lealtad que podía percibirse en su mirada.

También han dicho que, como todo ser viviente, Dayko tenía sus puntos débiles y que en alguna ocasión se les escapó para alcanzar a alguna dama peluda que se encontraba especialmente receptiva. Incluso parece ser que en dos ocasiones logró su objetivo y tuvo descendencia.

¿Se les exige demasiado a estos héroes?

Dayko tenía tan solo cuatro años, era un perro labrador muy fuerte y sano. Esto nos hace ver hasta qué punto tuvo que agotarse para que su corazón no lo resistiera. Aunque ahora mismo todos alaban sus cualidades ya empiezan a escucharse algunas voces que se preguntan si se actuó correctamente

Quizás se le exigió demasiado a este perro y se tuvo demasiadas horas trabajando en condiciones altamente estresantes, quizás sin la hidratación adecuada. ¿No habría sido mejor permitirle más descanso y que pudiera seguir trabajando durante más tiempo? Quizás de este modo habría salvado incluso más vidas.

Dayko forma parte de la galería de los héroes pero no lo ha hecho de manera voluntaria. Seguramente él habría elegido sentarse a la sombra y dormir un poco, beber más agua fresca y ya recuperado, continuar con su trabajo en el que era realmente bueno.

No hay duda del cariño que sus cuidadores sentían por él y no se trata de responsabilizarlos de lo ocurrido, sino de que sirva para meditar y quizás evitar que pueda volver a suceder. Por el bien de los animales y también por el de las víctimas que Dayko ya no podrá salvar.