Los criaderos de perros: no todos son iguales

Los criaderos de perros: no todos son iguales

Los criaderos de perros tienen una mala fama que hay que reconocer que se han ganado a pulso. En muchos sitios son tan solo granjas en las que las pobres hembras son explotadas al máximo, obligadas a parir una camada tras otra. Cuando su cuerpo destrozado no es apto para seguir procreando rentables camadas de cachorros, son abandonadas en perreras o directamente sacrificadas.

Son las leyes del mercado y estos animales son simples máquinas de producción que cuándo ya no son útiles se reemplazan por otras. Esa es la realidad que muchas veces se esconde tras el perro de raza que ves en la tienda de animales y la que se fomenta al comprar desconociendo la procedencia del perro.

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Países sin respeto alguno por los animales

Hay que reconocer a nuestro país que ha dado grandes pasos en lo que se refiere a la protección animal. El hecho de que en España haya leyes que castiguen a quien mata a su perro o a quién lo maltrata, es algo que hace no tantos años hubiera sido totalmente impensable. Por suerte, la sociedad avanza y aunque son muchos los cambios que todavía se deben de dar, no hay duda de que hay un gran avance en el respeto a la vida animal.

Pero esto no es así en todos los países y en muchos la vida,  incluso la de una persona tiene poco valor y la de un animal ninguno. De algunos de esos países nos llegan camadas de perros de raza que además de proceder de criaderos que serían ilegales en España, son transportados como si fueran objetos, muriendo por el camino o llegando con enfermedades. Cuando el dueño los compra, se encuentra con un perro enfermo que quizás no sobreviva y sin posibilidades de reclamar. Es el caso de muchos anuncios que se ven en Internet día a día

Los criaderos con garantías

¿Quiere esto decir que cada vez que compramos un cachorro estamos comprando un animal procedente de un mal lugar? Lógicamente no,  por suerte no todos los sitios son iguales pero hay que evitar mirar para otro lado y exigir conocer la procedencia del animal. Todo esto dejando a un lado discusiones éticas sobre el comercio con seres vivos.

En España existen fantásticos criadores, que sacan adelante camadas sanas y bien formadas, con padres que llevan una buena vida. Gente con respeto hacia los perros, que aman a los animales y a la raza a la que se dedican.